La Cocina Económica contra la exclusión social

Actualizado el jueves, 22 junio, 2023

Tras más de 100 años en activo, desde la Cocina Económica de Santiago de Compostela continúan trabajando para contribuir a la alimentación y al desarrollo personal y formativo de decenas de personas en riesgo de exclusión social.

Como adelantábamos hace unos meses, en dinahosting destinamos parte de nuestro Premio PEL a la Mejor Iniciativa Empresarial Socialmente Responsable de la Provincia de A Coruña a apoyar la labor de la Cocina. Hoy hablamos con Javier Brage, su coordinador.

¿Cuál es el momento más satisfactorio que has vivido en la Cocina Económica?

Llevo desde el año 2013 desempeñando el cargo de administrador de la Cocina Económica. Me gustaría destacar la buena disposición y el trabajo continuo de la comunidad de las “Hijas de la Caridad”, que llevan gestionando el día a día de la Cocina desde el año de su fundación, en 1891. También el buen trabajo del resto del personal contratado, cocineras, personal de limpieza, trabajadores sociales y administrativos. Y por supuesto la labor de los voluntarios, quienes realizan una importantísima y desinteresada colaboración diaria en la Cocina Económica, siempre, siempre, trabajando con un ánimo y una alegría impresionantes.

Como administrador percibo continuamente un buen trato en las gestiones que tengo que llevar a cabo, tanto con particulares como con entidades públicas y privadas. Pero quizás el momento de mayor satisfacción fue el día en el que terminaron las obras de renovación de las instalaciones de la Cocina Económica en julio de 2016, una actuación que supuso una gran inversión y que coincidió con la celebración del 125º aniversario de la fundación de la Cocina.

No solo abordáis la alimentación de los usuarios de la Cocina, sino también su desarrollo personal y laboral. Quizás este servicio sea menos conocido, pero igual de importante.

La Cocina Económica realiza en su centro de día un servicio complementario al de comedor social. En el centro de día se atiende a personas en situación o riesgo de exclusión social: en situación de desempleo, sin hogar, sin una red de apoyo familiar ni social, con trastornos físicos, psíquicos y/o auditivos, con adicciones…

En la mayoría de los casos (más del 85%) se trata de hombres de entre 40 y 50 años sin hogar o con una vivienda muy precaria. Según las necesidades detectadas en el día a día del centro, los aspectos a tratar principalmente son: el empleo (adquisición de herramientas para la búsqueda activa: elaboración del CV, utilización de nuevas tecnologías, cómo hacer frente a una entrevista de trabajo…); las habilidades sociales y de resolución de conflictos, siendo el aspecto más importante para la efectiva reinserción social y/o laboral; el ocio productivo, a través del que se trabajan aspectos como la propia productividad, la adquisición de habilidades manuales y cognitivas, la estima propia, etc.; la higiene y el cuidado personal, de forma que proporcionamos un servicio gratuito de duchas así como pautas y recursos para mejorar su propio cuidado; la autonomía y la vida independiente, sin necesitad de apoyos institucionales.

El voluntariado y la vecindad son claves en el proyecto. Podemos aprovechar para animar a quién nos esté leyendo a colaborar.

La colaboración de los vecinos y residentes de Santiago es importantísima, tanto con las donaciones monetarias y de productos que nos hacen como por el tiempo que los voluntarios nos regalan con su ayuda en los momentos de las comidas. Todo aquel al que le apetezca sumarse tiene, por supuesto, las puertas abiertas.